Martes 22 de febrero de 2011, p. 6
Saná, 21 de febrero. Miles de personas iniciaron un plantón en esta capital y varios miles de chiítas se manifestaron en Saada para exigir la caída del régimen yemení, amenazado por una ola de protestas que en una semana cobró la vidas de 12 personas, incluida la de un manifestante este lunes en Adén.
Los manifestantes, entre los que había estudiantes, diputados de la oposición y activistas, se reunieron en una plaza frente a la Universidad de Saná, escenario de varias concentraciones de protesta contra el presidente Alí Abdulá Saleh.
Las fuerzas de seguridad, que colocaron puestos de control en los accesos a la plaza, dispersaron de manera violenta a los manifestantes, calculados en unos 3 mil, según medios locales.
Al mismo tiempo, decenas de miles de chiítas participaron en Saada en una manifestación contra el régimen, convocados por el jefe de la rebelión zaidita, Abdel Maelk al Huti, y el Frente Común (la oposición parlamentaria).
En la ciudad de Adén, los agentes arremetieron con balas reales contra manifestantes y mataron a una persona, con lo que se eleva a 12 el número de muertos desde el comienzo de las protestas antigubernamentales cotidianas, el 16 de febrero.
El presidente Saleh, en el poder desde hace 32 años, declaró hoy que no renunciará y sólo se irá por medio de las urnas
. Dijo que las personas que reclaman el fin de su mandato no podrán lograr su objetivo a través de la anarquía y los asesinatos
.
Saleh prometió el 2 de febrero que no se presentará a los comicios en 2013 y que reformará las leyes que regulan las elecciones parlamentarias, pero su llamado al diálogo fue rechazado por partidos de oposición, los cuales dicen que no pueden hablar con un gobierno que usa la violencia contra manifestantes.
Los ulemas (clérigos musulmanes) prohibieron usar la fuerza contra los manifestantes y condenaron los arrestos arbitrarios y la tortura.
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