“No puedes pensar en salud sin pensar en el río”
Por Jessica Davies
Especial para The Narco News Bulletin
3 de mayo 2010
Este artículo está basado en la información proporcionada por un compa que ha estado entrenenando a los promotores de salud en dos diferentes áreas del estado de Chiapas. Hizo hincapié que solo podría hablar del sistema de salud de dos de los cinco caracoles, las regiones geográficas autónomas en que se divide el territorio zapatista. Cada caracol es autónomo; todos parten de la misma idea—tierra y libertad—y de los mismos principios, basados en la democracia, la libertad y justicia, pero cada área se ha desarrollado de distinta manera, con un programa diferente, y con una manera distinta de hacer las cosas.
El sistema de salud en el caracol “Resistencia y Rebeldía por la Humanidad”
El compa primero trabajo en Los Altos, en el caracol Resistencia y Rebeldía por la Humanidad. En esta área, la gente decidió crear primero una gran clínica de salud central, la Clínica Guadalupana. Esta clínica atiende a cientos de comunidades. Los promotores de la salud de estas comunidades continúan yendo a la clínica central para la capacitación en formas que ayuden en las necesidades básicas de la gente. El siguiente paso fue la creación de microclínicas (ahora hay trece de ellas), y finalmente se instalaron ‘casas de salud’ básicas en la mayoría de las comunidades. A menudo, estas son atendidas por solo un promotor de la salud que viene de la comunidad.
Si un paciente no puede ser tratado en la casa de salud, se le lleva a la microclínica, y si los promotores de dicha clínica no pueden tratar el caso, el paciente es llevado entonces a la clínica central. El objetivo es no depender del gobierno en nada, pero algunas veces realmente se necesita el tratamiento en el hospital del estado, que frecuentemente no es una buena opción debido al costo, la distanica y por las razones políticas. A pesar de que no se ha alcanzado una plena autonomía, los promotores lo hacen bastante bien, y están empezando a desarrollar mayor tratamiento especializado, particularmente en los tratamientos oculares y del oído, de la nariz y la garganta, así como en la salud de la mujer.
En la Clínica Guadalupana hay un laboratorio en donde se pueden llevar a cabo análisis de muestras. Existe una sala de consulta/maternidad/parto atendida por promotoras de la salud. Existe un quirófano, farmacia, sala de urgencias las 24 horas y una sala para el tratamiendo de problemas oculares. Existe un herbolario para los medicamentos a base de plantas, la mayoría de las cuales provienen de plantas locales. Los zapatistas tienen una desesperada escasez de medicinas, equipo y recursos, pero a pesar de eso, continúan fortaleciendo su sistema de salud.
Los Altos es la región más pobre del estado de Chiapas, hay una mayor escasez de alimentos, los cultivos más pobres, menos tierra, y un clima frío y a frecuentemente húmedo. Sin embargo, en este caracol el sistema de salud se ha desarrollado muy bien, y el número de promotores de salud ha pasado de 45 a 360 en los últimos ocho años. Ellos continúan asistiendo a cursos de capacitación realizados por las propias comunidades o por grupos internacionales.
Los promotores de salud
Los promotores de salud son elegidos por las comunidades. Son elegidos debido a su compromiso o sus deseos de aprender, y a menudo porque pueden hablar, y quizás escribir, en castellano, aunque muchos no lo dominan. Muchos de estos cursos de capacitación son en castellano, con intérpretes para traducir a las lenguas indígenas propias. Los promotores de salud son voluntarios y no reciben salario. No es fácil ser un promotor de la salud: deben dejar su trabajo diario que ayuda a proveer alimento para la familia, y por lo general tienen que trabajar en su segundo idioma.
Los cursos de entrenamiento duran una semana cada mes. Los promotores deben dejar sus hogares, y alimentarse a sí mismos durante los cursos, lo que muestra cuán profundamente creen en lo que están haciendo. Luego llevan los conocimientos que han aprendido a la comunidad. Después de dos años de entrenamiento, la mayoría de los promotores de salud pueden identificar entre seis y siete enfermedades comúnes.
Los promotores de salud viven y trabajan en la clínica, atendiendo a la gente durante el día, y de guardia durante las noches en caso de cualquier emergencia. Los promotores de salud más experimentados pasan sus conocimientos a la gente local que está siendo capacitada para convertirse en promotor de salud. Ser un promotor de salud implica asumir y promover un nuevo concepto y acercamiento al sistema y cuidado de la salud, una mezcla de su cultura indígena con la medicina occidental. “Apuntamos no solo a tratar la enfermedad, sino a crear un mejor sistema de salud, uno que respete a la cultura maya, un sistema de salud autónomo.”
El sistema de salud en el “Caracol que habla para todos”
La segunda área en donde trabaja el compa es la Selva Norte, en el ‘Caracol que habla para todos’, situado en la frontera con el estado de Tabasco, en donde la situación es totalmente distinta. El sistema de salud aquí esta basado en los promotores de salud, y en 40 a 60 casas de salud, consultorios pequeños que tratan de apoyar a las comunidades. Aquí no hay clínicas centrales.
La realidad de las enfermedades presentes está determinada por la carencia de agua potable, por los insectos, y por el clima que varia entre el calor, la humedad y el frío. Las casas son estructuras muy básicas que ofrecen poca protección al clima, con el resultado de que la neumonía es una de las principales causas de mortalidad.
Los promotores de salud están tratando de controlar las enfermedades y promover una buena salud en el área donde antes no se conocía el agua potable o la higiene. Están tratando de cambiar los habitos de la gente y desarrollar un cuidado de salud preventivo, pero esto es muy difícil. Aquí hay menos conocimiento y experiencia en el cuidado de salud que en Los Altos, que comparativamente está mas avanzado y especializado. El rango de edad de los promotores de salud aquí va desde los 10 a los 76 años, y muchos tienen pocos conocimientos, pero es muy bueno verlos trabajando en un nuevo y distinto concepto de la salud.
Por muchos años, se le ha dicho a la gente que las plantas medicinales no sirven, y han aprendido a “querer la tableta”. Este es un ejemplo del daño que puede causar la cultura occidental. Los cursos de entrenamiento usan una mezcla de la medicina tradicional y occidental, pero en algunos lugares los conocimientos tradicionales se han perdido, y se tienen que volver a aprender.
Enfermedades
En Chiapas, muchos indígenas mueren de enfermedades curables y prevenibles. Son muy pobres, y carecen de agua potable y drenaje. Sufren de enfermedades crónicas, malnutrición y hambre. Muchos prenden fuego dentro de sus hogares sin ventilación. Por tanto, hay un gran porcentaje de personas que sufren de parásitos, diarrea, enfermedades en la piel, malaria, tuberculosis, y otras enfermedades gastrointestinales y respiratorias. Algunos de los peores problemas son los respiratorios, debido a las condiciones de pobreza; los niños desarrollan neumonía, y las mujeres bronquitis crónica. Hay una falta de conocimiento del tratamiento de la salud de la mujer, y muchas mujeres mueren durante el parto, y sus niños mueren antes de cumplir los cinco años.
Muchas comunidades todavía tienen hueseros tradicionales, curanderos y parteras. En algunos lugares, están recuperando los conocimientos del uso de las plantas como medicina, regresando a las viejas costumbres.
El énfasis está en la medicina preventiva, promoviendo la buena salud, enseñando a la gente a como mantener una buene higiene y a tener una mejor nutrición, “cuidando los unos de los otros para mantenernos bien.” La mejor medicina para la enfermedad es la comunidad; teniendo un acercamiento colectivo al cuidado de la salud, trabajando juntos y organizandose, pueden apoyarse y cuidarse entre sí.
La salud no solamente está relacionada con el individuo, sino con toda la comunidad. Está basada en la relación entre los mundos y en el respeto al planeta. Las almas de los muertos están bajo la tierra y todas las cosas vivas están conectadas. “No puedes pensar en salud sin pensar en el río.”
El sistema de salud gubernamental
Una consulta con el doctor costaría el equivalente de los ingresos familiares de 10 días, la medicina dos días más, y generalmente, y de todas formas el tiempo y la distancia a la cirugía lo harían imposible. El gobierno también ha intentado copiarle a los zapatistas al instalar clínicas en comunidades indígenas, pero estas normalmente no tienen doctores, ni promotores o medicinas, ya que los doctores no quieren trabajar en estas comunidades, y el tratamiento no es gratuito.
El cuidado ofrecido a los indígenas por los hospitales del gobierno es inadecuado y caro. A menudo le preguntarían al paciente si es zapatista, y se negarían a atenderlo si es que lo es. Por lo tanto, la oferta del tratamiento se basa en motivos políticos. En esos hospitales, no se respeta a las personas indígenas, y sufren malos tratos y discriminación, sin entendimiento de su lengua o su cultura.
La comunidad somos todos: el milagro zapatista
El sistema de salud zapatista es completamente independiente de cualquier control o financiamiento gubernamental; han desarrollado sus propias formas autónomas de salud, democracia y de toma de decisiones. En las clínicas zapatistas y en las casas de salud, la gente es tratada con respeto, amor y responsabilidad. Debido a que los promotores de salud son locales, a la gente se le puede hablar en su idioma, por alguien que entiende sus necesidades y cultura. En los hospitales del gobierno, los indígenas son comúnmente discriminados, incomprendidos e ignorados. Muchos no zapatistas ahora vienen a los centros zapatistas para recibir tratamiento, sabiendo que no se les rechazará.
Esto significa que, en un país en donde la mayoría de la gente, particularmente los indígenas, no pueden costear el tratamiento médico, que de cualquier forma no estaría disponible para ellos por motivos políticos, el sistema de salud zapatista está abierto para todos. Los no zapatistas solo pagan por el costo básico de las medicinas o de los materiales necesarios; el tratamiento es gratuito. El sistema de salud es para todos, sin distinción. Los paramilitares que han atacado con armas de fuego a la comunidad todavía reciben tratamiento; el compa vio a un promotor atendiendo a un hombre que había disparado y asesinado a un hermano del mismo promotor, sin vacilación ni rencor. “Todos somos hermanos y hermanas.”
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