Juan Francisco Kuykendall sigue grave y Teodulfo Torres desaparecido
Casi un año está por cumplirse desde aquel primero de diciembre en que Enrique Peña Nieto tomara protesta y a las afueras del recinto de San Lázaro Juan Francisco Kuykendall cayera herido víctima de un proyectil en su cabeza, disparado por los policías que custodiaban el lugar. Sin embargo, no sólo Kuykendall fue víctima, Teodulfo Torres, testigo de la agresión, desapareció meses después.
Han sido múltiples las ocasiones en que familiares de Kuykendall, adherente a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, han denunciado no sólo las arbitrariedades en el proceso jurídico, sino en la atención médica que ha recibido durante estos 11 meses.
El pasado lunes, informó la compañera sentimental de Kuykendall, Eva Palma, se solicitaron los avances en el expediente, pero para su sorpresa hallaron que los policías a los que la Procuraduría mandó a llamar para declarar sobre el asunto no se presentaron, “se habían ido a Chiapas, a Durango y otro de plano, ya no se presentó”.
“La Procuraduría General de la República [PGR], dictaminará próximamente qué pasó el primero de diciembre, sin embargo, es constante su búsqueda por deslindar a las autoridades negando o poniendo en duda que al momento del accidente de Kuykendall, los médicos hallaron pólvora en su cabeza”, declaró.
Teodulfo Torres, testigo presencial del acontecimiento y quien grabara el video que REVOLUCIÓN TRESPUNTOCERO difundió en ese momento, desapareció el día 26 de marzo. Siete meses después, aún no se sabe nada de él. Torres, llamado por sus familiares y amigos “El Tío”, también es adherente a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona y solidario con los movimientos sociales.
El 13 de abril se abrió una averiguación previa y el 27 de mayo otra, ambas en la PGR, ninguna ha dado respuesta alguna. En el mes de junio se puso en marcha el “Mecanismo de Protección para Defensores de Derechos Humanos y Periodistas” para Teodulfo y su familia, el primer caso aplicado a alguien ya desaparecido.
Un mes más tarde, en julio, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal turnó la averiguación a la Subprocuraduría de Derechos Humanos, Prevención del Delito y Atención a la Comunidad; sin embargo, más allá del proceso judicial, familiares, amigos y compañeros de Teodulfo denuncian intimidación e intentos de aislarlos por parte de las autoridades.
Familiares han denunciado que uno de los amigos de Torres fue secuestrado y golpeado, que las Procuradurías les recomendaron no hablar con periodistas ni confiar en los compañeros, y que a éstos se les ha dicho que la familia no quiere ser informada sobre el proceso de investigación, lo que equivale –denunciaron– a introducir la desconfianza entre familiares y compañeros.
Amigos, familiares y compañeros se sumaron al grito de “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!” en espera de que, a un año de la “Batalla de San Lázaro”, las ausencias se reparen y no quede impune lo que la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal calificó como violencia de Estado.
Por Alina Rosas Duarte
Noviembre 13, 2013
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