Los pueblos, como los volcanes, se labran en la sombra, donde solo ciertos ojos los ven;
y en un día brotan, hechos, coronados de fuego y con los flancos jadeantes,
y arrastran a la cumbre a los disertos y apacibles de este mundo,
que niegan todo lo que no desean, y no saben del volcán hasta que no lo tienen encima
¡ Lo mejor es estar en las entrañas y subir con el !
FRAGMENTO DE "LA ORACIÓN DE TAMPA Y CAYO HUESO "DE JOSÉ MARTÍ
No hay comentarios:
Publicar un comentario