Compañeros y compañeras
Debemos analizar profundamente en qué medida la unidad en la acción ha significado una fuerza potencial para combatir las iniciativas capitalistas y el Terrorismo de Estado. Resulta inconcebible que aún con la firma en la Sexta Declaración sigamos enconados en duelos personales de egos inconciliables, supuestamente esas dinámicas gastadas ya habían sido superadas; la realidad es otra y lo sabemos; cada movimiento permanece en cierto aislamiento de la fuerza que es posible en el movimiento iniciado en 2006. Son las grillas, los rumores y sobretodo a la arrogancia que se peina en supuestas estructuras hegemónicas responsables de la flacidéz y la pírrica prescencia del movimiento en la resistencia efectiva del país. El pueblo mexicano vive un drama cotidiano y las dimensiones de las agresiones del sistema son cada vez más graves.
Este es un llamado para la movilización URGENTE y madurar políticamente la organización de nuestra lucha, dejando de lado estos anacronismos corrosivos que son batallas personales o ideológicas que no saben o no quieren (porque sí se puede) encontrar un terreno para disputar sus diferencias. Los dignos ejemplos que las resistencias nos ofrecen son invitaciones tácitas a la acción conciente e inmediata pues de por medio está la vida y la libertad de compañeros y compañeras.
La embestida corporativa a través del Estado destruye los pueblos y por todos conocida es la situación:
En el Municipio Autónomo Triqui de San Juan Copala, Oaxaca, es alarmante. Siguen los asesinatos contra sus habitantes. En medio de la actual banalización y costumbre de cifras de desaparecidos y ejecutados a nivel nacional, la cuenta de Copala crece en la escala de un nuevo crimen de Estado por la violencia impune de paramilitares armados que llevan diez meses sitiando una comunidad indefensa al fuego invasor, protegidos por la procuraduría y la policía estatales. La autoridad autónoma declara: “¿Qué es más inmoral, denunciar o callar como si la vida de nuestros hermanos no valiera nada; o peor aún callar para después ir a los palacios de gobierno para acordar el precio que tiene la vida de un indígena y entregar a sus familiares un porcentaje de lo que se logró negociar; ésa es la moral de los dirigentes del MULT, a los que hacemos responsables directos junto con UBISORT de la muerte de nuestros compañeros”. La agresión hizo que se cancelara una caravana que saldría dos días después a la ciudad de México, la cual organizaban los caídos.
El día 22 de agosto las mujeres en plantón en el centro de Oaxaca expresaron: “Nuestro pueblo triqui sigue siendo golpeado, no hay día de calamidad que no conozcan nuestras gentes, el dolor y la rabia está en nuestros corazones, mujeres, niñas, ancianos, hombres, todos padecemos la injusticia de las instituciones y los paramilitares, la muerte de compañeros se suma siempre a una estadística que no tiene fin. ¿Cuanto más tenemos que decir que nuestra lucha es por dignidad, justicia, libertad, trabajo, respeto? ¿Cuanto más tenemos que llamar al pueblo que está callado y agachado para que se sume a la lucha por libertad, respeto a su autonomía y la autodeterminación, para decidir nuestro destino como pueblos indígenas y reclamar al Estado mexicano que violenta nuestro derecho?”.
Días antes del crimen en Hierbasanta, organismos civiles de Oaxaca denunciaban la impunidad existente: las celebraciones del bicentenario sirven como “telón” para “una guerra de exterminio contra los pueblos indígenas, tolerada y fomentada por el gobierno mexicano en los rincones más pobres y vulnerables de nuestro territorio”. El caso “más indignante”, decían, es San Juan Copala, corazón político y ceremonial de las comunidades de la Triqui baja.
“Desde diciembre de 2009, la población sufre el acoso de grupos paramilitares bajo las órdenes de los caciques priístas locales, apadrinados por Ulises Ruiz, que buscan el control del territorio y de los recursos de esta región de la Mixteca. Un cerco armado que dispara día y noche sobre hombres, mujeres y niños de la comunidad, y ha confinado a una población entera a vivir en el terror. Sin luz, agua ni posibilidades de abastecerse de alimento, la situación de los habitantes de Copala es alarmante”. Ante la recurrente evidencia de que en estas ejecuciones participan miembros del MULT, el 22 de agosto el municipio autónomo llamó a la solidaridad nacional e internacional. “Y a los compañeros de la Otra Campaña les pedimos que reflexionen y vean para adentro de sus corazones, se darán cuenta que nosotros no tenemos problema con ninguna comunidad del pueblo triqui, es la dirigencia mestiza del MULT la que sin conocer nuestros pueblos y nuestra cultura han pervertido la lucha que por siglos San Juan Copala ha dado al lado del pueblo de Oaxaca”.
El medio virtual de encuentro que supuestamente tenemos los adherentes para denunciar e informarnos (de las miserias de los gobiernos mercenarios y de las resistencias y luchas de nuestros hermanos y hermanas en donde estemos), ENLACE ZAPATISTA, sirve como coto de poder para un grupo que decide qué y a quién publican según sus intereses. No pasamos por alto la andanada desmovilizadora y desinformadora para encubrir a los paramilitares del MULT y guardar un cómplice silencio censurando la palabra de quienes abajo y a la izquierda respondemos a esta brutal embestida del gobierno de URO en contra no sólo de un pueblo digno, sino contra un referente de autonomía indigena con tradición milenaria.
Hacemos un llamado para no bajar la guardia ni la atención de lo que sucede en San Juan Copala; más de 50 asesinatos de noviembre a la fecha y una huelga de hambre de once mujeres y ocho niños reclaman la complicidad del gobierno, el MULT y UBISORT para acabar con su legado cultural y su territorio. Ni un paso atrás. -que llegan hordas de cobardes agrediendo una comunidad indefensa con armas de grueso calibre. Triviales aliados a los poderosos pretenden despojar y masacrar un municipio entero. ESTO ES UN GENOCIDIO.
La Otra Campaña va, eso es un hecho. Pero, a donde va? Es un movimiento presente en la escena política de las resistencias en todo México, sin embargo es dispersa la precencia y participación en las luchas. Impedidos estamos aún de saber encontrar el acuerdo por y para la organización a la que fuimos convocados. Notoriamente un grupo que se pretende rector del proceso organizativo, manipula utilizando los medios que controla y no sólo censura las denuncias de lo que sucede en San Juan Copala, sino que protege y ampara al grupo de asesinos paramilitares.
No hay razón de minar la unidad en las acciones, en los reclamos históricos de nuestros pueblos contra el colonialismo y el despojo capitalista. No hay que buscar mucho y la heróica defensa de la tierra en Santa Ma. Ostula, Michoacán, como la valiente resisencia zapatista en Chiapas y ésta digna batalla de la comunidad Autónoma Triqui en Oaxaca merecen superar las necias y estorbosas actitudes que impiden un acuerdo general para responder con la fuerza que merece por las vidas que cobra éste vil sistema. Demostremos la verdadera capacidad del acuerdo logrado por iniciativa del ezln siendo consecuentes y ateniendonos todos y todas a los principios marcados en la Sexta Declaración de la Selva Lacandona.
PAREMOS LA MASACRE, EL TERRORISMO DE ESTADO.
ESTO ES GENOCIDIO!!
San Juan Copala, comunidad Triqui en resistencia
Plantón Catedral Cd de Mexico.
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